BESTIARIO: NECRÓFAGO

Se trata de un tipo de muerto viviente que se caracteriza por la pérdida de gran parte de su de masa muscular. También desaparece casi toda la grasa, incluyendo la de la cara. Los ojos parecen por ello más grandes y las facciones más marcadas. Su piel adquiere un tono grisáceo.

El impulso primario de un necrófago es alimentarse de cadáveres recientes. Esta necesidad supera a la de los adictos al opio u otras sustancias. Un necrófago hará lo posible por conseguir carne humana, llegando a dañarse en el proceso. La satisfacción que obtienen de esta alimentación los serena durante un segundo, añadiendo más ansia poco después.

Los necrófagos solo se dedican a matar y comer, pero en ocasiones emboscan a sus víctimas. Utilizan, a este respecto, la habilidad "sigilo" a nivel tres. Tienen los sentidos muy alerta para detectar a los vivos, por lo que su habilidad de "detección" cuenta como nivel cuatro ante criaturas vivas.

Se incluyen dos necrófagos de diferente poder. Sus fichas han sido realizadas mediante las reglas de corrupción de Taharda incluidas en el capítulo "Aptitudes sobrenaturales", por lo que es posible realizar otros necrófagos distintos.

Alimentación de cuerpos: Cuando un necrófago se alimenta de la carne de una de sus víctimas se vuelve tremendamente agresivo. Él y todos los demás necrófagos ganan una runa más en todos sus lanzamientos. Esto es acumulativo y dura diez turnos.

Contagio: Los personajes a los que un necrófago cause más daño en cuerpo que su resistencia a la oscuridad sufre un punto parcial de corrupción de Taharda.

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